Trabajando con la gente de Ediciones Interandina, surgió la necesidad de rediseñar la identidad de la editorial. Si bien tenían en mente un logo con una paleta cromática especifica, el desafío fue llegar a ese resultado con un símbolo pregnante.
Como consecuencia de esto, se trabajó el logo y un sistema basado principalmente en esa paleta y su uso, generando de esta manera un sistema fuerte visualmente y muy versátil, que comunica el espíritu de esta empresa y su contexto patogénico.